viernes, 27 de noviembre de 2009

La profesionalidad también es creativa

Hace unas semanas aparecía en FUEL un artículo en el que nos preguntábamos hasta qué punto la gente sabe que los diseñadores estamos ahí y que nos tienen a su disposición.

Hoy me encuentro conociendo el caso del alcalde de una gran ciudad que contrató a su primo para diseñar una importante web municipal. El primo en cuestión, podremos imaginar, será diseñador o algo. Pues no: Tiene una tienda de vestidos de novia, y su hermano es técnico de una empresa colaboradora del ayuntamiento. No se le conoce ninguna experiencia en diseño y se sabe que se ha dado de alta como autónomo únicamente para poder cobrar por este “trabajo”. Lo entrecomillo porque la web en cuestión está hecha con una de esas plantillas prediseñadas que venden por ahí y que tanto se parecen entre sí. Con todos esos degradados en tonos aluminio que estáis pensando, sí.

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Todos tenemos una historia

Habrá quien diga que es absurdo que se otorguen premios y reconocimientos a los anuncios, ese montón de basura asquerosa que nos interrumpe lo mejor de la película y que solo sirve para levantarnos a ir al baño o a terminar de fregar los platos.

Tal vez quien piense así no se haya fijado bien en algunos anuncios, ni los haya tenido en cuenta, ni se haya molestado en verlos como algo más que una interrupción. Cuando se ven por sí solos, algunos spots -últimamente muchos, de hecho- pueden ser pequeñas grandes obras de arte, que aparte del mucho o trabajo que tengan detrás, hacen que no podamos apartar la mirada, ni aflojar la sonrisa, ni sentir cositas por dentro. (Eso ha sonado la leche de cursi, lo sé, pero quienes sintáis pasión por la publicidad sabéis a qué me refiero).

En realidad, muchas veces lo que nos cautiva no es tanto la capacidad técnica de hacer montajes interesantes como lo verdaderamente grande en publicidad: LA IDEA. La historia, la moraleja, el significado, el mensaje, las emociones, la lagrimilla... Muchas veces ver grandes anuncios es como escuchar grandes canciones. El spot de la agencia alemana DSG Dialog Solutions para el modelo Pen de Olympus es uno de esos casos en los que un gran anuncio y una gran canción van de la mano:




(Via Ateneu Popular)

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Burritos para el desayuno

¡Me encanta! Me encanta lo que acabo de ver en Creativos Sin Ideas. La agencia Cossette, en Canadá, decidió valerse de un packaging ficticio para promocionar el nuevo producto de McDonald's: Burritos de desayuno.
La idea ha sido perfecta: Distribuir los periódicos de la mañana enrollados y envueltos en el mismo packaging que sirve para presentar los burritos, para que parezcan burritos gigantes. Me habré levantado hoy con pocas pretensiones, o entusiasma, o llámalo como quieras, pero... ¡me ha encantado, fíjate la tontería! ^_^

En otoño... lluvia de ideas


Es posible que algunos de vosotros hagáis una lluvia de ideas casi todos los días; otros tal vez no tengáis la menor idea de qué es eso. Me gustaría concentrarme en los segundos, dado que en los últimos tiempos se habla mucho sobre eso que llaman crisis económica y que tanto repercute en el mundo de la publicidad y el diseño a grande y pequeña escala. A grandes males, grandes remedios, y muchas veces es en los peores momentos en los que aparecen las campañas más memorables.

A veces los diseñadores y creativos nos quedamos estancados buscando ideas, y eso significa poco más que hincar los codos a los lados del teclado y apoyar la cara en las manos, preguntándonos qué demonios hacer. No nos acordamos de que hay muchas tecnicas que tal vez no sirvan para ser más creativos -que también- pero sí nos ayudan a exprimir esas ideas que no sabemos bien dónde andan.

Vamos a echar un vistazo a una de las técnicas creativas más universales: El brainstorming o lluvia de ideas, una sistema inventado por Alex F. Osborn en los años 40, cuando se dió cuenta de que este sistema ofrecía mejores respuestas creativas en grupo que si el mismo número de personas intentaba pensar ideas por separado. ¿Listo el boli y papel, rotulador y pizarra -recomendado-, o similares? Vamos allá.

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miércoles, 11 de noviembre de 2009

El portátil del futuro para diseñadores

¡¡¡Quiero uno de estos YA!!!



(Via AteneuPopular.com)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Cómo hacer un anuncio según Telefónica


El mundo de la publicidad puede ser un mundo apasionante lleno de ilusiones, y también un mundo de tiburones a los que no les importa hacerte pedazos si con ello sacan beneficio. Pero no siempre se encuentra uno con casos que dan verdadero asco profesional, más sabiendo que se trata de una de las primerísimas marcas, que seguramente contrata a las primerísimas agencias, que seguramente cobran primerísimas cifras.

Es el caso del último spot de Telefónica Movistar, en el que una vez más no tienen otra cosa que hacer que copiar descaradamente videos que se encuentran por YouTube, y no videos perdidos que nadie vaya a darse cuenta jamás, sino videos de los más visitados y populares.

Según los amigos de Ateneu Popular, "ya hace tiempo copiaban un vídeo llamado Daft Punk (uno de los más visitados a principios de 2008) con su Dúo de Telefónica, más tarde realizaron un anuncio con graffitis de luz, copiando los vídeos y fotografías que rodaban por la red, pero no contentos con eso, después nos deleitaron con otra burda copia, al calcar literalmente el Sorry, I’m late de Tomas Mankovsky con un anuncio en el que solo les falto copiar la música (y la verdad es que habría sido de agradecer). Y todo eso nos lleva a día de hoy en que se está emitiendo el spot que os muestro para encabezar esta entrada, que “casualmente” es clavadito (aunque mucho menos trabajado, todo sea dicho) que el vídeo Sour (hibi no neiro), que os mostrábamos en Ateneu Popular hace cosa de 2 meses.

Las copias en cualquier caso me parecen un desprecio absoluto por el autor original y una falta de respeto a la profesión, pero cuando estamos hablando de una agencia que tiene como cliente a Telefónica, a la que no llego a imaginar la cantidad de dí­gitos que le deben [de] poner en cada factura, más que desprecio y falta de respeto, me parece de una desfachatez y cara dura tan grande que no llego a comprender.

Por cierto, ¿alguien sabe que agencia (por llamarlo de alguna manera) lleva dichas campañas?"

Y yo que pensaba que en cuestión de copiar descaradamente, Microsoft ya había tocado techo con Mac OS X...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Análisis: Un sorbo de la nueva Pepsi

Últimamente me he encontrado con algunos casos en publicidad -renovación de logos, aplicación de campañas, etc- que humilde y personalmente considero desastres de timing. Siempre he creído en el maravilloso poder de la expectación, de lo inesperado, de un buen teaser para que todo el mundo vuelva la mirada y finalmente un bombazo que nadie esperaba y resulta un éxito arrollador. No siempre debe ser así, por supuesto, pero creo que buena parte del éxito de un lanzamiento, de una campaña, de un disco, de una película… reside en un buen timing.

Este no es el caso del cambio de rumbo que ha tomado Pepsi, precisamente por eso: No es un cambio de rumbo, o… tal vez lo sea, pero ¡no sé hacia dónde! No lo tengo nada claro. Solo sé que no entiendo nada y muchos compañeros de gremio tampoco.

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martes, 3 de noviembre de 2009

Cómo rendir en el trabajo y no morir en el intento


En un foro donde entro habitualmente alguien comentaba una anécdota: Unos empresarios españoles iban a presentar un proyecto en Japón. Llegan 15 minutos tarde a la reunión y una secretaria les dice que su tiempo se ha acabado, pero que estarán encantados de atenderles el mes que viene. Por más que protestan los españoles porque los japoneses no les han tolerado el retraso, son amablemente invitados a volver otro día. Se abre así el debate sobre qué nos gusta más, trabajar en serio o salir a echar un cigarrito.

Yo creo que es simplemente cuestión de no fijarse, como siempre. No creo que haya un problema generalizado de vagancia por parte de los trabajadores, sino un problema generalizado de falta de observación por parte de los empresarios.

Para mí es imposible no decir esto sin acordarme de Google, una empresa increíblemente productiva con un éxito apabullante y donde a la gente le encanta trabajar.

Un vistazo a su decálogo de "Primeras 10 razones para trabajar en Google":

1. Echa una mano.
2. La vida es bella.
3. El aprecio es la mejor motivación.
4. Trabajar y divertirse no son excluyentes.
5. Queremos a nuestros empleados y queremos que lo sepan.
6. La innovación es nuestra sangre.
7. Buena compañía allá donde mires.
8. Uniendo al mundo, un usuario cada vez.
9. Dirígete hacia donde nadie haya estado antes.
10. Después de todo… tienes almuerzo gratis.

¿Cual es la realidad de la inmensa mayoría de trabajos en España?

1. Se echa una mano si me levanto con buen pie. Si no, que le den por saco a todo.
2. La vida será bella cuando mi sueldo sea el doble y los ejecutivos pringuen tanto como yo.
3. Si se aprecia a los compañeros es de penalty, no porque lo consideres un valor necesario.
4. Ni de coña: A divertirse a tu casa. Aquí se viene a trabajar.
5. No, está claro que mi empresa ni me quiere ni me lo hace saber, y si me lo hace saber, no me engañan.
6. Para qué innovar si con hacer lo mismo de siempre voy a cobrar y punto.
7. No hay buena compañía que valga. Si te toca turno con un compañero insoportable, te aguantas.
8. Si te mandan trabajar, agachas la cabeza y listo. No te quedan ánimos para sonreir a cada cliente.
9. No puedes tener ningún objetivo si tu trabajo es hacer exactamente lo mismo día tras día.
10. Almuerzo gratis, lo que se dice gratis... ¿el bocata que me lleve preparado de casa...?


Y aunque el vuestro no sea así, la realidad es que la inmensa mayoría sí que vivimos en esa situación.

Desde luego que el buen ambiente que se pueda tener en el trabajo depende en gran medida de cada uno, pero ¿por qué debería ser asi? ¿Y por qué cuando se intenta que no sea así, se gestiona de manera incorrecta? Me refiero a que cuando tu jefe se quiere portar bien contigo, te dice que descanses un ratillo y os bajáis 10 minutos a la cafetería -donde te pone la cabeza como un bombo con cuestiones de trabajo, claro- y se acabó, te ha salvado la vida y adiós con su conciencia. ¿No sería más productivo, divertido, llevadero y hasta apasionante que directamente trabajase contigo, si no codo con codo físicamente, al menos juntos mentalmente, de forma empática? Mi padre muchas veces me lo ha dicho, que él ha tenido que aguantar mucho y que el trabajo es así, que si te regañan o te toca un imbécil al lado, te aguantas y agachas la cabeza y sigues a tu rollo. Yo me resisto a eso con todas mis fuerzas. ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué aquí tenemos esa cultura de que ir al trabajo es como cuando de niños nos teníamos que levantar para ir al cole, llorando y pataleando?

Para mí la clave está en que no haya tanta diferencia entre unos y otros. Que si yo soy más veterano, que si tú eres el encargado, que si yo mando y tú no, que si... Es como cuando encuentran una patera con 50 personas a bordo, muertos de hambre y frío, y se los lleva la guardia civil por un delito contra los trabajadores. Yo alucino, son SERES HUMANOS, personas como tú y como yo, no hormigas ni abejas, ni mano de obra para nadie, sino personas...

En cierto modo a la gran mayoría de los trabajadores se nos trata igual. Los empresarios no tienen ni la menor idea -y si alguna vez la tienen, no lo quieren reconocer- que para que un trabajador sea realmente productivo tiene que pasárselo genial en su trabajo, tener flexibilidad, que si hay momentos estresantes que sea por la propia dinámica de lo que estás haciendo, NO porque tengas a alguien dándote por saco. Que es necesario levantarse cada x tiempo, o sentarse a descansar cada x tiempo, distraerse y pensar en tus cosas para volver a tu puesto con las pilas recargadas, que tus compañeros sean como tus hermanos... Los que habéis visto This Is It, la película de los ensayos de Michael Jackson, ¿os parece que los bailarines y demás equipo técnico tengan la impresión de estar "trabajando"? Pues eso es lo que estaban haciendo, pero mira qué jefes, mira qué encargados, mira qué responsables...

¿Sabemos trabajar? Pues claro que sabemos, exactamente igual que un ejecutivo de Tokio, por capacidad que no quede, pero se puede replantear el asunto de forma que uno realmente se alegre de ir al curro, se lo pase bien de verdad aun en los momentos serios, que si haces algo mal, la respuesta no sea la cagada que has hecho y lo inútil que eres, sino que confían en tí para que la próxima vez lo hagas mucho mejor, que eres capaz sí o sí, de forma sincera, no con buenas palabras y palmaditas en el hombro que sabes que no dejan de ser de un "superior" que se posiciona mentalmente por encima tuyo.

Es totalmente imprescindible que todos y cada uno de los empleados de una empresa, desde el presidente o el director general hasta la limpiadora que empezó ayer, todos sean vistos ANTES como personas con sentimientos, debilidades y pasiones, que como empleados. Que una alegría laboral sea una alegría personal. El otro día escuché a Luis Bassat, ese gran gurú de la publicidad, diciendo que la mejor idea de una campaña publicitaria de éxito perfectamente puede salir del becario nuevo que empezó ayer.

¿Habéis visto que cuando uno tiene un éxito en el trabajo, por lo general es un éxito porque sabemos que vamos a cobrar más? No tendría por qué ser así, al menos no necesariamente. Está super bien cobrar más, os lo dice uno que muchas veces no llega a los mil, pero por otro lado, aparte de mi empleo poniendo cafés, me dedico -o eso intento- al diseño gráfico, y os aseguro que lo que me hace seguir poniendo toda mi pasión en la comunicación visual, el diseño, la publicidad y todas estas cosas, no es necesariamente lo que haya tenido de beneficio del último cliente, sino que ese último cliente me haya felicitado diciéndome que está muy contento con cómo le he llevado el proyecto.

Yo como diseñador, siempre pienso que cobro no solo en dinero, sino en satisfacción del trabajo bien hecho, no solo por mi parte sino -sobre todo- por parte de mi cliente, que mientras llega la hora de hacerme el ingreso en mi cuenta bancaria, cuando estoy hablando con él, preparando un briefing para una publicidad, o lo que sea, pensando en qué soluciones puedo ofrecerle y compartiendo con él mis ideas, me está pagando en forma de confianza. Eso pesa muchísimo a la hora de ponerle ilusión y pasión al proyecto, y sé que soy mucho más productivo si me puedo levantar a dar un paseo unos minutos, o hacer zapping, o escuchar algo de música, o si veo cada proyecto como un reto apasionante en el que puedo poner lo mejor de mí.

Y lo mejor de un trabajador es esa pasión, ese buen rollo, ese compromiso sincero, esa intención de querer hacerlo bien por uno mismo y no porque te estén calentando la cabeza todo el día, esa honestidad para con todos los que le rodean... y digo honestidad, no ya sinceridad: El jefe más estúpido te puede echar a la calle con toda la sinceridad del mundo y quedarse tan pancho. Para preguntarte qué tal te fué en el médico ayer o hacer que te sientas a gusto trabajando no hace falta sinceridad, sino honestidad.

Y por supuesto, todo esto no significa que uno pueda ser impuntual, como aquellos en Japón. Ser impuntual no es ser mal trabajador: Es ser maleducado.

El "nuevo Palacio Industrial" de Lederer

Es posible que conozcáis "El Hombre como Palacio Industrial", el maravilloso cartel de Fritz Kahn en el que, en 1926, comparaba el funcionamiento del cuerpo humano con una factoría. No en vano, en aquellos tiempos Alemania estaba a la cabeza mundial en cuanto a tecnología médica.

Gracias a Ateneu Popular he descubierto la animación que ha hecho el maravilloso diseñador Henning Lederer inspirándose en aquella obra. Os recomiendo ver su web, en buena parte dedicada a este proyecto y donde pueden verse trabajos suyos que me han encantado. Recomiendo el blog, más concretamente.

Aquí tenéis el video en cuestión:

Der Mensch als Industriepalast [Man as Industrial Palace] from Henning Lederer on Vimeo.